Los juegos de niños algo deberían marcar, y así era como siempre resultaba jugando con mis primos y hermanas a la profesora o al jardín con las muñecas, les dejaba tareas, calificaba y revisaba. Luego en situaciones reales y con un poco más de edad, mi papel era siempre el de ayudarle a cualquiera a solucionar los inconvenientes que tuviera dentro de lo académico, fue así como empecé enseñando matemáticas, me dedicaba a ayudar a mis amigos y vecinos a hacer las recuperaciones del colegio por los logros que no alcanzaban. Algunas compañeras sabían que sin problema yo les explicaría, porque confiaban en la forma en que les explicaba todo, les tenía paciencia y no me ponía brava, al contrario de la sabelotodo, mi rival en el colegio, a quien no se le podía pedir un favor debido a su soberbia y orgullo. Hechos como ese me hicieron comprender que a lo mejor tenía madera para hacer algo que necesitara de mucha paciencia.
Saturday, May 16, 2009
Aparte 1 Autobiografía
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